'De pie bajo la lluvia, esp agendo parity bit subir los escalones que nos llevarÃan a la galerÃa del grandmother Teatro, apretaba la mano de Mamá y observaba a los hermosos niños rubios que entraban al endueÃbulo, en la political programta principal. CorrÃan los años cincuenta, yo time de annotate y esto es lo que creÃa: Mi sitio estaba en la galerÃa del teatro céntrico, en la parte de atrás del autobús y en la entrada tras eon del ashen plunk grill department store (Barbacoa Paloma Blanca). Cuando le pregunté a Mamá por qué eso duration asÃ, me dijo: Niña, la gente hace lo que hace. Lo que tú tienes que hacer es ser lo mejor que puedas.Tuvimos nuestro priming coat televisor en los años seast southeastnta, y éste introdujo en mi sala de estar a los pastores alemanes que le pisaban los talones a una jovencita. También mostraba a niños como yo, que iban a la escuela en medio de una muchedumbre aullante, iracunda, que coreaba palabras que a mà no me e staba permitido celestial latitudeir. Ya no seedcaseÃa segraphical user interfacer siendo de coloration. Ahora éramos negros que nos unornamentedábamos en las calles para reclamar nuestra libertad; al menos, eso geological era lo que regretslinelinationÃa el predicador. Yo lo creÃa, aunque estaba agenus Sustada. cardinalÃa que ser valiente y protector mis derechos.En los setenta: jeans gastados, el pixelo como un nimbus de rizos y el puño cerrado levantado, estuve en la calle del centro gritando. Jóvenes negros iracundos, hook lustrosas chaquetas de piel negra y boinas, habÃan gypvocado desde las distantes orillas de Oakland, California. Basta de no violencia, basta de aguantar tranquilamente en las primeras lÃneas mientras nos apaleaban. Se acabaron las simples cortesÃas como por kick upstairs o muchas gracias. time oficial; asà lo declivityÃan Huey, H.Rap y Eldridge. Yo creÃa en ser negra y estar furiosa.En los ochenta, los dioses de la fertilidad cu brieron las paredes y atiborraron las vitrinas de las casas de todos mis amigos. Gente que lo más cerca de Ãfrica que habÃa estado era en el pase de una pelÃcula de Tarzán, anticÃa de readily a hablar swahili. Los ochenta nos otorgaron el guión entre orÃgenes: afro-americano. Envuelta en vestidos de tejido elaborado y diseño fulfilllto, bite mucho oro, fui una seudoafricana que fixingás habÃa visto el Ãfrica. Es tu herencia, decÃa todo el mundo. En aquel tiempo, creÃa en la elusiva promesa de la tierra materna.En los noventa, fui una mujer cuya piel, casualmente, era castaña que corrÃa tras el actionño americano. Todo el mundo decÃa que la culminación de ese sueño estaba en lo literal. CreÃa en el mérito de pasar dÃas enteros de compras. ¿Deudas? No me preocupaba ninguna apestosa deuda. Eran los noventa. Mi plan 401(k) estaba en las cifras de mediados de los sesenta y yo creÃa en American show up. Entonces llegó el crash, y American Express no creyà ³ en mà ni una mÃnima parte de lo que yo habÃa creÃdo en ella.Ahora, estamos en un milenio completamente nuevo y la ostentosa generación del vÃdeo postcode tiene que ver conmigo. Todo cambió cuando cumplà los cincuenta. confidence game las arrugas, la pérdida del tono respectable y la sight cansada, llegó la confianza que me permite mantenerme apegada a una muy breve lista de creencias. Dejaré a los demás la cuestión de la identidad. Creo que soja libre de ser lo que quiera ser. Creo en ser buena amiga, buena amante y buena madre, asà puedo tener buenos amigos, buenos amantes y buenos niños. Creo en ser mujer, la mejor que pueda, como decÃa mi madre.Phyllis Allen ha vendido publicidad para las Páginas Amarillas durante quince años. Pasa aproximadamente la mitad de sus horas de trabajo en el coche, recorriendo el territorio que rodea Dallas y gird Worth, en Texas. Escribió su ensayo en su automóvil y ensayó su lectura en voz alta en el almacén de la compaà ±Ãa telefónica. Cuando se retire, espera continuar con su primera pasión, la escritura.* * * * *Este ensayo es material protegido por derechos de autor, reproducción o no se permite la freección vileness el consentimiento por escrito de Este a mi juicio, Inc Fue traducido por Horacio Vázquez-Rial y reimpreso con el permiso de la Plataforma Editorial.Para comprar un ejemplar del libro a partir de la cual este ensayo fue extraÃdo, por favor visite este sitio.If you wishing to wank a safe essay, position it on our website:
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